la serpiente que dejamos atrás


mientras camino por mi propio desierto
te miro el dorso de las manos
secos
vos también esperas esa lluvia

las ironicas piedras se desesperan por recordarnos los pasos
    y la longitud de esa serpiente que dibujamos
a través de tierras extrañas

necesito aprender mas de esos gestos      casi sagrados
que insisten sobre las cosas fantásticas

mientras el viento se enciende   suelto mi cabeza y vuelo
cerca   en círculos
lo bueno es que llega el ocaso

tus ojos  se  niegan a los recuerdos
y mojan un poco el polvo


atrás de las altas cordilleras asoman gigantes negros y deformes
   con sus propias canciones


sólo para presumir           silbo esa canción 
 esa que siempre silbo cuando camino distraído 




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