donde se acaban las justificaciones

  perseguidos por las ganas de dejarnos salir
nos debemos a nuestra germinación mutante
                                     que no es escape

la sinceridad corporiza nuestras ciénagas
                                  y nuestras nubes

nos debemos     a nuestra piel
             a la sangre invisible

perderse en los bosques de lo propio y culpar al árbol
 o al inexistente sendero
así se llega al resignado  adormecimiento

pero las contradicciones siempre se mantienen fértiles
  embarazadas de savias  vientos y supersticiones

nos debemos a nuestra particular forma de ocupar la nada
                                                            con lo nada

la partida

 desde atrás de las montañas se lo escucha
esta llegando
    el horizonte abombado y púrpura

otro último amanecer

al sur los maternales mounstros esperan
  de este a oeste   por el norte
están los imposibles

           y esos hermosos peligros
los conocidos y ansiados

 se preparan para la partida las mentes
los bultos y las articulaciones
        lo frugal y lo inútil
siempre confiando      en las cartas del inconsciente

si hay mutantes
        aprender mucho
si hay carnivorías
          recuerda tu danza
si hay burocracias
   usa la risa        o el fuego

ya tiemblan los suelos
  ¿o son las impacientes arterias?

los árboles sobrevuelan los infinitos ríos
   propios del mar
y las costillas te castañetean
                     sacando chispas

las sencillas sabidurías del mundo lo confirman
  si te sueltas de todo
   caerás hacia adentro
   
                             y adelante

 algunos se seducen
otros se alimentan
   venden pedazos de alma
o cicatrices bellísimas

las falsas nuevas montañas se sostienen precariamente
 pero oprimen y resguardan   sueños
o hipocresías

es tiempo de recurrir a las desprolijidades

los más terribles paraísos laten
                bajo el cascarón
entonces

saber aprovechar las inconsistencias
                             es imprescindible
luego
           inevitable

también podemos justificarnos
desde hoy             hasta el silencio

pero
al final
el final       se parece tanto al principio
sólo antojos  texturas  y espasmos inexplicables

desde la nada hasta las posibilidades

quisimos días más cortos y más largos
      ver las luces de colores
y que los rinocerontes de la otra calle volaran    de verdad

 en el fondo  igual   lo sabíamos
     buscando algo        nunca encontraríamos nada importante

 las nubes se reflejan amarillas sobre la puerta de tu casa perfecta
se trata de creerlo    y consumirlo
        hacerlo carne desde la nada

pudimos acostumbrarnos hasta a morir
        con la resignación: necesitar las necesidades

pero nunca dejamos de escuchar los dulces crujidos
   en los fondos y en las esquinas
  como una amenaza esperanzadora

 atentos!  la degradación disfruta de las maderas firmes
y las mejores bestias se te ofrecen    en la desesperación
            como en el éxtasis liviano

quisimos industrializar las desiciones   y reducirnos
 a personas
a carne   hueso     y suerte

  entonces fue cuando las cobardías se quedaron cortas
cuando la piel era demasiada y los ojos se empecinaban en escuchar

 quisimos acomodarnos en lo consistente
   mientras las regularidades
 se disputaban un momento   de credibilidad