Abismos y más

Lo cierto, visto desde lejos,
es que me sentía firme
sujeto
sujetado.
Había lo sólido bajo mis pies,
había lo medible de acá al horizonte,
había lo redondo, lo frío y también todo lo que me entraba en las manos.
Conocía de mareos, claro. Aislados golpes de flanco que recibían los rieles de mi conciencia. Luego temblor, pausa, reflexión y vuelta a enderezar. Sabía que botón apretar en caso de emergencias, tenía siempre la vida recién lavada, por si acaso.
Tenía también, la longitud de las alturas, las morfometrías de los vientos y copia por triplicado de todas las manchas en el suelo.
Por esto el desconcierto, el mareo, el miedo inicial..¿entendés?
Ahora lo siento natural, pero cuando los conocí me estremecí. Quise sujetarme de algo con fuerza,
con uñas también.
Pedí por ayuda a mis ancestros, y hasta llegué a injuriar a algún libro extraño.
Obstinación.
Apenas los mire con atención, supe que todo se desmoronaba,
 que se había desintegrado el camino antes pisado.
Los ví de frente, como se mira a lo sincero y a lo peligroso. Inclusive por un segundo pensé en tantearlos con la punta del dedo..no sabia si me exigirían abrigarme.
Pero claro, vos sabés, no hay medias incursiones en este mar total.
Ahí sólo me resto caer.
Caer sin lugar a dudas
caer cayendo mientras caía.
Buscando una referencia, al principio
caía.
Aturdido por el silencio
caía.
Vi crecer al infinito.
Vi oscurecerse a la nada,
cayendo.
¿Calor? Más. Fuego,
fuego violeta y liquido.
Fuego absoluto.
Ví las plumas nacerme,
mientras caía sin medidas.
Ví el aleteo intentándome,
y, cayendo, me descubrí sonriendo.
Con el viento en la cara me descubrí silbando a todo amanecer.
Nadie me lo dijo, pero lo escuche como un ciego,
ya no sólo caía, ahora volaba.
Ahora vuelo con fuerza
hacia el corazón del abismo.
En tus ojos no me caí.,
 En tus ojos me zambullí.

No hay comentarios: