Tu insolencia

Hoy rompiste algunas reglas,
hay que aclararlo.
Porque si la sonrisa acepta recaudos,
la tuya se arriesgo desfachatadamente
al trabalenguarme todas las miradas.

Me escuchaste hoy sin que te hablara
y me callaste sin palabras.
Escuchame..hoy me dejaste mirándome cómo te miraba
y mirándome te vi mirarme,
o tal vez verme
y ahí nomás, te juro,
ahí se derrumbó un edificio,
chocaron de frente dos aviones y una gaviota,
se prendió fuego ahí nomás el mar,
se cayeron las montañas y la luna,
me atropelló un ratón, un melón o un elefante..
..parpadeaste y me respiré,
pero, escuchame,
casi me matas por un instante.

Te escuché hoy reírte por todos los flancos
boca, ojos, manos, ombligo y rodillas.
Te escuché durante un par de años o segundos,
no sabría ya decirlo,
pero lo seguro es que siento
que te sigo sintiendo
te miro ahora escuchando la lluvia
sobre tu cara,
te escucho mirando el horizonte
de una tarde,
y casi que se deja tocar la sal de un llanto
que te sorprende riendo.

Hoy me rompiste la tarde de domingo,
me iluminaste el pecho con sonidos
y me perfumaste los ojos con un suspiro.
Hoy me colgaste del techo de mis sentidos
y te hundiste en la noche de mis latidos.

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